

Todo el mundo dice que los coches de combustión tienen las horas contadas y razón no les falta. Todo apunta a que en 2030, los diésel se prohibirán y, tras ellos, irán los gasolina. La solución pasa por los eléctricos y los híbridos. Pero, ¿qué pasa en? Te lo contamos todo. Estas son las ventajas y los inconvenientes de los coches híbridos.
Qué son los coches híbridos
Antes de entrar en materia, conviene saber qué son los coches híbridos. Más que nada, para no dar lugar a confusión. Un coche híbrido es el que cuenta con un motor de combustión, una batería y un motor eléctrico. Esta sería la definición canónica de lo que son los coches híbridos. Obviamente, hay mucho más detrás.
Lo que no todo el mundo sabe es que los coches híbridos, al menos el concepto, se remonta al siglo XIX. Por aquel entonces, era una dinamo la que ayudaba al motor. Siglo y medio más tarde, la tecnología está a años luz de aquellos prototipos. A día de hoy, la batería eléctrica se recarga gracias a la propia energía generada por el movimiento del vehículo. Así, el motor eléctrico complementa al de combustión, incluso tiene cierta autonomía en solitario.
Hablar de qué son los coches híbridos, también es hablar de los tipos de coches híbridos que hay. Según sea, tendrán mayor o menor eficiencia, por lo que conviene saber diferenciar bien lo que ofrece el mercado en este.
- Coches híbridos combinados – Los híbridos combinados son los vehículos que permiten a los dos motores propulsar las ruedas. Es decir, ambos tienen capacidad para hacer moverse el coche. El motivo es que los dos motores, el de combustión y el eléctrico, están a ambos lados de la transmisión. Para ser más eficiente, el propulsor eléctrico es el que trabaja a marchas más cortas. A partir de una determinada velocidad, es el motor de combustión el que toma el relevo. No obstante, el motor eléctrico sigue trabajando (frenadas, aceleración máxima, cuestas abajo…) para cargar las baterías.
- Coches híbridos en paralelo – El coche híbrido en paralelo es el más común en el mercado actual. Este tipo de coches híbridos tiene montados los dos motores, eléctrico y combustión, de tal forma que ambos puedan trabajar de forma independiente. Así, cada motor puede mover el coche por su cuenta. No obstante, los dos propulsores también pueden trabajar de forma conjunta. Para ello, deben ajustar sus velocidades de giro para ir a la par. Conseguirlo supone que uno de los dos, habitualmente el eléctrico, sigue girando de forma solidaria.
- Coches híbridos en serie – Son los menos comunes, de momento. Los vehículos híbridos en serie tienen un solo motor en contacto con la transmisión. Lo más habitual es que el elegido sea el motor eléctrico, por lo que su autonomía debe ser alta para poder funcionar. Los denominados range extended, por el momento, son una rara avis que comenzará a no ser tan rara en los próximos años.
Las ventajas de los coches híbridos
Una vez que ya sabemos qué son, es hora de conocer las ventajas de los coches híbridos. Una alternativa por la optan cada día más conductores. De hecho, muchos fabricantes ya tienen uno, dos y hasta tres modelos híbridos en todos sus concesionarios. Éstas son las ventajas de los coches híbridos.
- Menor consumo – Las baterías se recargan solas en las frenadas o en las cuestas abajo. Así, el motor eléctrico va recuperando su energía con el circular del coche, lo que supone un menor consumo de combustible y de electricidad.
- Mayor eficiencia – El motor térmico es el que trabaja cuando el motor requiere más energía. En tal caso, gasta la acumulada en la batería y no el combustible
- Más potencia – Al final, el coche híbrido tiene dos motores cuya potencia se suma, para dar un plus de prestaciones al vehículo.
- Menos emisiones – No sólo se reducen las emisiones, cuando se combina el motor de combustión y el eléctrico. Es que se eliminan por completo, cuando el coche se pone en modo eléctrico.
- Mayor confort – El híbrido es cómodo y silencioso como pocos. El ruido del motor eléctrico es mínimo. De hecho, a los vehículos eléctricos ya se les denomina ‘Asesinos silenciosos’ por la cantidad de atropellos que generan, al no ser oídos por viandantes despistados.
- Pegatina Eco o Cero Emisiones en la DGT – Una pegatina que, en ciudades como Madrid, permite acceder a toda la ciudad y aparcar en la zona SER. Para ello, es necesario contar con la tarjeta azul que acredite que es un vehículo de emisiones limitadas.
- No paga impuesto de Matriculación – Este impuesto se basa en la contaminación que emite un coche. Así, todos los que emiten menos de 120 gr/km de dióxido de carbono, están exentos de este impuesto.
- Descuento en el Impuesto de Vehículos de Tracción Mecánica – Hasta un 75% de descuento en el Impuesto de Circulación que se paga anualmente por el coche
- Circular por BUS-VAO – El carril restringido a autobuses, taxis y coches con más de una persona, está abierto a vehículos híbridos, incluso cuando va solo el conductor.
Los inconvenientes de los coches híbridos
Obviamente, no todo iba a ser bueno. Los inconvenientes de los coches híbridos son unos cuantos y debemos tenerlos en cuenta. Como bien dicen los expertos, son los coches del futuro pero, de momento, ese futuro está por llegar. Estos son los inconvenientes de los coches híbridos.
- Precio más elevado – Los coches híbridos son, en la actualidad, los tope de gama en cuanto a precios. Al ser un sistema mucho más complicado, los costes son mucho más elevados.
- Más peso – Al contar con dos motores y dos depósitos de energía (combustible y batería), el peso se dispara.
- Menos fiable – El sistema de propulsión híbrido es complejo, por lo que se multiplican las opciones de que algo falle.
- Menor consumo relativo – Lo cierto es que cuando el coche híbrido está en autopista, su consumo no es menor que el de un coche de combustión.
- Escasa autonomía – A día de hoy, es raro que un coche híbrido supere los 400 km de autonomía, lo que limita mucho el radio de acción, dependiendo solo del motor eléctrico.
Diferencia entre coches híbridos y coches eléctricos
La diferencia entre coches híbridos y eléctricos es sencilla:
- Híbridos convencionales – También llamados Full Hybrid, cuentan con un motor término convencional y un sistema de acumulación con baterías recargables pero no a través de la red eléctrica.
- Híbridos recargables – También llamados PHEV (Plug-In Electric Vehicles), combinan un sistema para almacenar energía en baterías recargables en red eléctrica, con un motor de combustión.
- 100% eléctricos – También llamados BEV (Battery Electric Vehicles), sólo tienen un sistema para almacenar energía: la batería. Se recargan a través de la red eléctrica.
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