

Si no has oído hablar de la contaminación biológica, es posible que este necesario artículo te asuste un poco. No obstante, es importante conocer los riesgos a los que las personas se exponen a diario sin tener conciencia de ello. Así las cosas, te contamos qué es la contaminación biológica: Tipos y ejemplos
¿Qué es la Contaminación Biológica?
Cuando hablamos de contaminación, todo el mundo piensa en humo, coches y chimeneas gigantes expulsando gases hacia arriba. Y razón no falta, pero no es el único tipo de contaminación que existe. De hecho, al explicar qué es la contaminación biológica nos damos cuenta lo expuestos que están los humanos a todo tipo de agresiones externas.
Foto: @juan_basura
De hecho, la contaminación biológica ha tenido mucho que ver, entre otros aspectos, en la propagación del coronavirus en todo el mundo. Curiosamente, esto pasa cuando la contaminación se ha reducido en todo el mundo
La contaminación biológica es la que se da cuando organismos (parásitos, virus, hongos o bacterias) descomponen elementos en aire, agua o suelo. Estos agentes contaminantes patógenos se vuelven peligrosos cuando entran en contacto con los seres humanos, pues pueden derivar en enfermedades graves, incluso causar la muerte.
A estos organismos peligrosos también se suman una serie de insectos que pueden ejercer de transmisores de agentes contaminados y transmitirlos a los humanos. Por suerte, estos organismos tienen un tiempo de vida muy limitado, lo cual no quita para que les dé tiempo de sobra a entrar en contacto con humanos y afectarles en mayor o menor medida.
Foto: @ruthib75
Dependiendo del origen, la contaminación biológica puede darse en el medio ambiente o, directamente, en el cuerpo humano. Sea como sea, estos son los elementos de contaminación biológica más comunes:
- Convivencia – Compartir espacio con alguien contaminado y afectado por un virus, como es el coronavirus, es una causa habitual. De ahí la importancia de respetar la cuarentena.
- Falta de higiene – No es nada extraño que alguien que no cuida su higiene personal tenga problemas hongos, bacterias o enfermedades vinculadas a una falta de aseo personal patente.
Foto: @cvtriunfojardin
- Residuos peligrosos – Vivir o trabajar en una zona con elementos peligrosos puede ser letal. Hablamos de fábricas, vertederos, incluso riberas de ríos.
- Contacto con residuos – Desde la basura de un hogar, a trabajar de basurero, el contacto con residuos orgánicos es más peligroso de lo que mucha gente piensa.
- Determinados trabajos – El entorno agrícola, así como el industrial, están muy expuestos a la contaminación biológica por motivos obvios. También lo están hospitales y laboratorios, especialmente en pleno brote de pandemia.
Foto: @dw_higienizacao
En todos estos ámbitos es imprescindible una higiene y una responsabilidad máximas. No sólo para contaminarse uno mismo, sino para no ser una amenaza para las personas que nos rodean.
¿Qué pasa si no hacemos caso de las recomendaciones? Pues que las consecuencias de la contaminación biológica pueden ser tremendas en varios ámbitos:
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- En el ámbito sanitario
- Alergias, erupciones, rojeces y picores
- Náuseas y vómito
- Diarrea y cólico
- Jaquecas, dolor de cabeza y cefaleas
- Anemia
- Infecciones
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- En el ámbito medioambiental
- Extinción de especies – Contagiar un virus mortal a un especimen puede suponer un golpe letal a su especie
- Cambios biológicos – Los animales se adaptan a los cambios pero si estos vienen motivados por la contaminación biológica, puede llevar a cambiar todos sus hábitos y generar un peligroso efecto mariposa
- Cambio en el ecosistema – Un virus o una bacteria ajenos a un ecosistema concreto puede modificarlo o, directamente, cargárselo.
Los tipos de Contaminación Biológica
Ahora que sabemos qué es, toca echar un ojo a los tipos de contaminación biológica que podemos encontrar:
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- En el aire – El problema de los agentes biológicos del aire es que están en todos lados. Incluso en espacios cerrados, cualquier ser vivo puede dejar bacterias flotando que pueden llegar a otras personas o animales. Elementos como la humedad o la falta de ventilación pueden derivar en una propagación exponencial de estos patógenos biológicos.
- En el agua – El agua que bebemos, a pesar de estar altamente purificada, puede arrastrar materia orgánica en proceso de descomposición. Hablamos de microorganismos que se cuelan con facilidad en el cuerpo humano como pueden ser protozoos, virus y bacterias, cuya procedencia va desde aguas residuales, a actividad agrícola.
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- En el suelo – En el caso de las bacterias y virus que llegan al suelo, estos pueden proceder de residuos orgánicos domésticos, aguas residuales o actividades ganaderas, pero su poder de deterioro con la zona es impactante
- En los alimentos – A todo el mundo le ha pasado que ha ido a comer una fruta, un filete o incluso un yogur que lleva tiempo en la nevera y al ir a comerlo, ha cambiado de aspecto. A algunos alimentos incluso les sale pelo. Es un sencillo ejemplo de cómo la contaminación biológica afecta a los alimentos. En concreto, son los hongos y las bacterias los que, al contactar con el alimento, lo convierten en un elemento peligroso para nosotros.
Algunos ejemplos de Contaminación Biológica
Para terminar, conviene poner algunos ejemplos de contaminación biológica para tener presente a qué nos enfrentamos. Aunque hemos mencionado muchos de ellos con anterioridad, en este caso vamos a entrar en detalle con algunos de los patógenos a los que nos enfrentamos a diario.
Foto: @micro.real_.life_
- Bacterias – Una de las afecciones más comunes que provocan las bacterias es la salmonelosis. Estos patógenos son altamente peligrosos, pues también pueden derivar en dolencias más graves como neumonía
- Virus – La lista de enfermedades que provocan los virus es extensa y preocupante. Hepatitis, sarampión, viruela, sida y, como no, covid-19. Este agente infeccioso, eso sí, requiere de las células de otros organismos para desarrollarse. Por este motivo, además de a los humanos, es capaz de atacar a animales y plantas.
- Protozoos – Desde la malaria, a la enfermedad del sueño, pasando por la amebiasis. Los protozoos pasan por ser microorganismos unicelulares muy peligrosos para los seres humanos.
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- Hongos – Los hongos son parásitos que sobreviven a costa de otros series vivos, pues son incapaces de sintetizar sus propios nutrientes. Sus infecciones pueden pasar de tener una incidencia mínima e imperceptible, a afectar a órganos vitales. Lo más habitual es que el contacto, al ser cutáneo, afecte a zonas externas como la piel o las uñas.
- Artrópodos – Cuando nos referimos a artrópodos, hablamos de los ácaros microscópicos, no de grandes artrópodos. Esto ácaros, además de provocar grandes reacciones alérgicas, pueden derivar en enfermedades cutáneas como la sarna
- Helmintos – Las conocidas tenias, sanguijuelas y lombrices son parásitos en toda regla que pueden llegar a reproducirse en el interior de un ser humano, provocando consecuencias letales.