Calentar la casa este invierno es algo que preocupa a mucha gente si tenemos en cuenta de qué modo se ha encarecido el coste de la electricidad en los últimos meses. Por este motivo se buscan remedios alternativos, algunos de los cuáles pueden resultar algo polémicos pero si se explican bien y se realizan de la forma correcta pueden ser la solución para ahorrarte tener que encender la calefacción tantas horas. Conozcamos entonces ahora de qué modo podemos hacer una estufa casera con una maceta y una vela.
Esto no es un truco sin más, por mucho que posiblemente hayas visto a gente en redes sociales intentando hacer sus estufas con una maceta y velas. Realmente funciona y puede llegar a calentar una habitación durante varias horas, aunque como decimos, debemos llevar cuidado y sobre todo, tener en cuenta que los materiales a elegir deben ser los correctos: no bastará con una simple maceta y una vela cualquiera.
Calefactor con macetas, tuercas, arandelas, tornillos y velas
El experimento que os vamos a contar es sencillo de realizar y si lo piensas incluso económico ya que los materiales a usar no son para nada caros. Sin embargo, como ya advertimos, es un experimento que para que sea efectivo debe realizarse de la forma correcta. ¿Cuál es esa forma? Sigue leyendo que te lo contamos.
Lo primero que vamos a ver son los materiales necesarios para construir esta fuente de calor renovable:
- Necesitamos tres macetas, es necesario que sean de cerámica. Os aconsejamos que vayáis a un vivero y allí pidáis tres macetas de una, dos y cuatro pulgadas.
- Arandelas: Vais a necesitar doce arandelas Una de ella de una pulgada. Otra de 1/2×1/4. Otras tres serán de una pulgada, 1/4 y las ocho arandelas restantes de 3/4×1/4.
- Tuercas: Es necesario comprar siete tuercas de 1/4 de pulgada.
- Tornillos: Un único tornillo que tiene que medir lo mismo que la maceta y de 3×1/4 de pulgada.
Si no estás tan acostumbrado a estas medidas, y herramientas nuestro consejo es que imprimas esta página y la lleves a la ferretería. Allí sabrán resolverte todas las dudas y darte el material necesario.
Aunque no estés acostumbrado al bricolaje casero no te preocupes, es mucho más fácil de lo que crees. Sólo necesitas paciencia y un poco de maña. Además, como los materiales no son caros, si tienes algún problema y se rompe algo siempre puedes volver a adquirirlo e intentarlo de nuevo.
Calentar la casa por menos de 20 céntimos al día
Este ingenioso calefactor recurre a una idea milenaria, que es la de calentar un material a base de llama, para que este irradie y potencie ese calor.
Es un calefactor casero por lo que tenemos que ser realistas, en pocos segundos no va a calentar habitaciones muy grandes, ya que actúa de forma lenta, pero segura. La única diferencia entre un radiador normal, es decir, eléctrico o de gas, es que calentará antes la habitación pero el que os proponemos funciona perfectamente y sin problema.
Ahora os preguntaréis ¿cómo funciona el radiador casero fabricado con macetas? Este invento tiene un funcionamiento sencillo pero eficaz, recoge el calor que emite la vela y, a través de la maceta con las tuercas y arandelas, irradiará el calor por toda la habitación o lugar donde lo coloquemos. Lo sorprendente es que con la llama que da una pequeña vela vamos a poder disfrutar de calefacción.
Los pasos para que funcione este radiador son los siguientes:
- Con la vela encendida que coloquemos debajo de los tornillos, tuercas y arandelas (como en la imagen de arriba) el calor que desprende quedará almacenado en el acero.
- Como ese calor se transmite y se propaga llega a la maceta de cerámica, a la primera y más pequeña.
- Poco a poco sigue propagándose ese calor entre maceta y maceta, pero lo bueno es que ese calor no se pierde entre capa y capa.
- En el momento que llega a la última maceta y comienza a radiar la habitación. Esto se debe al funcionamiento que hemos explicado cada maceta transmite el calor a la siguiente hasta que sale fuera.
- Es perfecto para una habitación pequeña o un espacio no muy grande donde la temperatura aumentará cuatro grados.
Cómo hacer esta estufa casera
Una vez que os hemos explicado el funcionamiento y los materiales que necesitáis vamos a centrarnos en cómo hacer este radiador casero con unas macetas y una vela. En las siguientes imágenes veréis el proceso para que no os surjan dudas y sepáis el orden correcto.
Para comenzar tenéis que poner el tornillo ese que hemos comentado antes, el del tamaño de la maceta, en el agujero grande. A continuación habrá que poner las tuercas y arandelas para ir ajustando las demás macetas. De esta manera el calor no se perderá entre maceta y maceta.
Cómo construir un radiador casero con solo 10 céntimos
Además del sistema de las macetas y los 20 céntimos, existe otro mucho más económico, que consiste en colocar velas encendidas sobre una bandeja de metal. Luego, las velas se cubrirán con una primera maceta de terracota y luego con un segundo jarrón más grande. Los costes por la compra de los materiales necesarios corresponden a unos pocos euros y son realmente bajos en comparación con las facturas más pesadas. Este de hecho un sistema muy similar al explicado, aunque ligeramente modificado e incluso más sencillo de aplicar.
Las velas encendidas calientan el aire dentro de los frascos. Ambos frascos tienen agujeros en el fondo y se colocan boca abajo en la bandeja. Dado que el calor tiende a ir hacia arriba, y gracias a la creación de una corriente de convección entre el aire caliente y el frío, el aire caliente escapará por el orificio central del recipiente más grande y te permitirá calentar la habitación en la que te estés colocado.
Cuatro velas a la vez son suficientes para calentar una habitación normal. Cada vela encendida tiene una duración de 4 horas. Así que basta con utilizar cuatro velas por la mañana y otras cuatro por la tarde para calentar la casa en las habitaciones donde pasas la mayor parte del tiempo. El aire que sale de los jarrones podría calentar toda la habitación, con un coste de unos 10 céntimos diarios (dependiendo del precio de las velas).
El sistema para calentar una habitación de la casa u oficina con solo 10 céntimos será aún más claro gracias a un vídeo en YouTube , que te dejamos a continuación:
Otros trucos para ahorrar en luz y gas en invierno
Este es uno de los trucos más famosos a la hora de calentar la casa con poco dinero. Pero no es el único. Como vamos a ver a continuación, existen otros métodos y trucos para ahorrar en luz y gas en invierno. ¡No te los pierdas! Seguro que te sirven para orientarte y preparar la casa de cara a la próxima temporada fría.
Revisión de toda la casa
Este primer truco es de sentido común, pero a muchos se nos olvida de año en año y luego puede ser un problema. Lo cierto es que lo primero que hay que hacer para ahorrar en luz y gas en invierno es revisar bien toda la casa.
- Ventanas: Asegúrate del cierre. Todas deben cerrar bien y no dejar que se escape el calor y entre el frío. Si alguna tiene problemas con esto debes arreglarla antes de que llegue el invierno. Un pequeño gasto a tiempo evitará que derroches en calefacción durante la temporada de frío.
- Radiadores: Para esta revisión hay que esperar a que empiece la temporada de encender la calefacción. Hay que comprobar que todos funcionan bien, llega el calor a ellos y están bien purgados. Eso hará que el calor se distribuya de manera uniforme por la casa.
- Puertas: Igual que pasa con las ventanas es bueno asegurarse que cierran bien y no presentan problemas para conservar el calor.
- Termostato y caldera: Hay que cumplir con la normativa y revisar este tipo de aparatos para estar seguros de su buen funcionamiento. Esto ahorra muchos costes a la larga y también evita graves problemas.
Una buena puesta a punto de la casa cuando va a comenzar el invierno o el otoño, dependiendo de zonas, hará que te asegures el buen funcionamiento de todo. Así evitas el sobrecoste de gas y luz durante los meses de más frío.
Cerrar puertas de habitaciones en desuso
A menudo ocurre que en una casa hay habitaciones que no se usan. Puede ser que antes vivieran más personas en esa casa y ahora ya se haya ido vaciando poco a poco. O puede que se haya comprado o alquilado de gran tamaño en vistas a proyectos familiares o personales que aún no se han llevado a cabo.
Sea como sea aislar las habitaciones en desuso ayuda mucho. Puedes cerrar un poco los radiadores de estas habitaciones, ya que no necesitan tanto calor. Y al cerrar la puerta de esas habitaciones evitarás que el calor del resto de la casa se meta en esas habitaciones creando una bajada de temperatura generalizada.
Lo que no recomendamos es cerrar el radiador al completo. De esa manera conseguirías que esas habitaciones se queden completamente frías y absorban el calor de las habitaciones que tienen al lado, por la pared. Es mejor mantenerla en una temperatura razonable. Además, si se trata de estancias susceptibles de usarse en invierno, en el momento de volver a calentarlas desde cero el coste será mucho mayor. Es lo que ocurre con las habitaciones de invitados, por ejemplo.
Calefacción estable
Muchas veces cometemos el error de dejar que la casa de enfríe y luego calentarla de golpe. Por ejemplo, dejamos la calefacción apagada durante las horas que estamos fuera trabajando. Al volver por la noche, que es cuando más frío hace en la calle, la ponemos a tope para que la casa se caliente rápido. Esto es un error, se derrocha mucha energía y el consumo es muy caro.
Es mucho más económico mantener la casa siempre a una temperatura media. No hace falta que la casa esté caliente todo el día, pero no hay que dejar que baje demasiado la temperatura. Así luego calentarla un poco más cuando vuelves al hogar no será tan costoso.
Tampoco es necesario pasarse y subirla mucho. Es mejor mantener la casa a unos 21 grados, y si aún tiene algo de frío ponerte una bata o un jersey gordito. Estarás muy confortable y el consumo en luz y gas no será tan alto.
Aprovechar la energía solar
Durante el día, si no está nublado, el sol es una potente fuente de calor. Deja las cortinas abiertas y las persianas subidas para dejar que los rayos del sol entren en casa y la calienten. Además, el poder de los cristales como efecto invernadero o lupa hace que el calor sea mucho más potente. Cuando caiga la noche puedes bajar las persianas y cerrar las cortinas para retener ese calor dentro de la casa.
Evitar el «stand by»
No somos conscientes de lo que gasta un aparato mientras está en «stand by» o «modo de espera». Solemos creer que es lo mismo que apagarlos y desenchufarlos de la corriente, pero no. Un radiador eléctrico que dejamos en ese modo sigue consumiendo, a pesar de no dar calor a la casa.
Esto mismo ocurre con la televisión, radios, vídeoconsolas, ordenadores… Cualquier aparato que vaya conectado a la corriente eléctrica no deja de consumir hasta que no cortas esa conexión con la corriente.
Puede parecer que el consumo en este modo no es muy alto. Efectivamente, un único aparato no va a hacer que tu factura suba muchísimo. Pero, ¿cuántos aparatos eléctricos tenemos hoy en día en cada hogar? Seguro que si te pones a contar te salen alrededor de una decena, y todos ellos están consumiendo energía las 24 horas del día.