El tabaco, el olor a gasolina, malos olores y bacterias y virus que proliferan por todas partes. Respirar aire puro es cada vez más difícil. Por eso, aprender Cómo hacer un humidificador casero es una buena manera de asegurarnos que, al menos en nuestro hogar, tendremos un aire puro y saludable. Te enseñamos cómo fabricar tu propio sistema con materiales sencillos y sin gastar apenas dinero. Además, te explicamos otros remedios naturales que te servirán como humidificadores caseros.
Por qué tener un humidificador en casa
Puede que así de pronto no se te ocurran muchas razones que te hagan pensar que necesitas tener un humidificador en casa. Pero deja que te demos nosotros unos cuantos motivos. Por ejemplo, ¿sufres alergias o alguno de los miembros de tu familia es alérgico?, ¿te resfrías con frecuencia? ¿tienes problemas en la piel? ¿padeces sinusitis? ¿te duele la cabeza a menudo? ¿tu vivienda necesita reparaciones con asiduidad porque las paredes se resquebrajan o la pintura se estropea y rápido salen desconchones?
Si has respondido que sí y tú o personas que viven contigo están en esta situación, en tal caso, está claro que sí necesitas un humidificador.
Tener un humidificador nunca será perjudicial para ti, al contrario, ya que este aparato se encarga de aumentar la humedad en el aire, evitando la sequedad en el ambiente y los problemas que esta lleva aparejados como son: problemas respiratorios, problemas en la piel, infecciones y mal estado de los electrodomésticos o de las paredes, techos y suelos de los edificios.
Descubre también cómo depurar el agua:
Con ayuda de un sistema de humidificación notarás mejoría en tu salud, especialmente si sientes que te cuesta respirar porque tienes congestión nasal y, además, tus pulmones podrán trabajar mejor. Lo mismo sucede con tu piel tu pelo y tus uñas. Sabes que la hidratación es esencial para su salud y para que estos se mantengan sanos y bonitos, pero no solo basta con que te alimentes bien y les aportes hidratación bebiendo suficiente líquido o aplicando cremas y lociones hidratantes, sino que vivir en un ambiente seco aumentará la necesidad de humectación de tu piel y ésta requerirá de más cuidados. Así que, aquí tienes otra razón para hacer tu humidificador.
Aparte, en un humidificador puedes recibir sesiones en casa de aromaterapia y beneficiarte de las propiedades que tienen ciertas plantas o aromas. Por ejemplo, el eucalipto, el tomillo y el romero para abrir las vías respiratorias; la lavanda para relajarnos; u otros muchos aromas que nos aportan bienestar.
Si en casa hay fumadores, un humidificador con aromas es una manera saludable de disipar el humo del tabaco y evitar los malos olores que se quedan impregnados por muebles y en el aire.
También si haces deporte con asiduidad o tan solo sufres de calambres musculares, debes saber que vivir en un ambiente seco contribuye a que estos calambres se produzcan. Pero no solo eso, sino que cuando estos calambres afectan a los más pequeños de la casa resulta especialmente desagradable para ellos. Los calambres se producen en mayor medida debido a la electricidad estática, la cual aumenta en ambientes secos.
Materiales para hacer un humidificador casero
¿Convencido ya de que colocar un humidificador en casa es una idea excelente? Pues veamos cuáles son los materiales para hacer un humidificador casero que vamos a necesitar. Hemos buscado un modelo que nos ha parecido sencillo y asequible, aunque hay distintos métodos para fabricar un humidificador y puedes usar otros materiales. Aparte de que según la estación de invierno o verano o, tan solo tus preferencias, puedes aprovechar el calor del radiador en invierno o buscar un humidificador en frío para refrescar el verano. Nuestra recomendación es la siguiente, así que hazte con estos materiales:
Un recipiente. Puede ser de porcelana, de barro o de plástico. Lógicamente es mejor si optas por un recipiente que sea resistente al calor si te decides por hacerlo con aplicación de calor.
- Pasta de modelar para decorar nuestro aparato.
- Pinturas para decorar.
- Agua.
- Ganchos o cuerdas.
Consigue que tu casa huela bien con este post:
Cómo hacer un humidificador casero paso a paso
Veamos cómo preparar un humidificador casero que haremos funcionar con calor. Y luego te daremos otras alternativas.
Paso primero. Prepara el recipiente
Coge el recipiente y córtalo a la altura de lo que sería el cuello, pues por este lado tendremos la salida de humo de nuestro humidificador.
Paso segundo. Decora
No solo puedes tener un humidificador práctico y funcional sino también coqueto. Para conseguirlo, decora como tú quieras. Puedes usar pinturas o pasta de modelaje y decorarla como te diga tu imaginación, siempre y cuando dejes libre la salida de humos. ¿No quieres complicarte demasiado? Ok, pues entonces no decores. Sáltate este paso y ve directamente al paso tres.
Paso tercero. El agua
Estamos construyendo un aparato que se sirve del agua para humidificar el entorno, así que el elemento fundamental es, evidentemente, el agua. Llena el recipiente con agua. Ahora tan solo queda colgarlo en el radiador con ayuda de los ganchos o cuerdas y esperar a que el agua se caliente y entre en ebullición.
Paso cuarto. Escoge tus aromas
El aroma que más te guste. Vainilla, cortezas de limón o de naranjas, hojas de menta, ramitas de tomillo, romero, etc. O usa aceites esenciales y aromatiza al gusto. La manzanilla es muy buena sobre todo cuando hay niños o mascotas porque es relajante a la par que ayuda a despejar las vías respiratorias.
Si no quieres usar calor, tienes la alternativa en frío para tu humidificador casero. Lo que sucede es que normalmente el humidificador tiene más uso en invierno que es cuando las ventanas se mantienen cerradas y los sistemas de calefacción resecan las habitaciones.
Pero si en verano también quieres tener un sistema para humidificar, coloca agua en un recipiente metálico y las hierbas o aceites aromáticos que quieras esparcir por el entorno. En lugar de acercar el recipiente a un radiador, echa en el agua unos granos de hielo. Además de aportar humedad, el humidificador casero en frío refrescará el sitio, lo cual es de agradecer cuando el calor aprieta.
Alternativas caseras al humidificador
Con los pasos que te acabamos de indicar podrás hacer un humidificador casero de forma fácil, pero si no tienes opción de fabricar algo similar, siempre puedes recurrir a algunos remedios también caseros que te pueden servir para casos puntuales.
Si analizamos qué es realmente un humidificador, nos daremos cuenta de que se trata de una máquina que envía humedad al aire de una habitación, al lanzar niebla (pequeñas gotas de agua) o vapor (el vapor en el que se convierte el agua cuando se calienta, formando una niebla blanca de diminutas gotas de agua en el aire).
El concepto es muy simple; solo necesitas recuperar un poco de agua en el aire. Entonces, siempre puedes recurrir a algunas de estas alternativas:
Un vaso de agua en un calentador
Si tiene un calentador plano en tu hogar, lo suficientemente ancho como para colocar un vaso de agua sobre él, esta es la forma más simple, muy efectiva y fácil de humidificar su hogar. El vidrio es bastante resistente al calor y no se romperá en el calentador (a menos que se caliente al extremo, lo que rara vez es el caso, teniendo en cuenta que suele estar cerca de las personas, las mascotas y los muebles que pueden incendiarse fácilmente). Todo lo que tienes que hacer es poner un vaso de agua encima de tu calentador y dejar que el agua se evapore.
Lo bueno de este método es que también puedes invertir en una pequeña botella de aceite esencial, lo que le dará a la habitación un aroma fresco que incluso tenga algunos beneficios médicos.
Comience con un solo vaso y, si notas poca diferencia, agrega otro.
El humidificador de esponja
Si no te gusta la idea de colocar algo en tus calentadores, o simplemente no tienes un calentador plano, existen otros métodos para humedecer tu hogar. Uno de los métodos más populares es el humidificador de esponja.
Lo que necesitará es una esponja grande para lavar el coche, una bolsa de plástico para congelar y unas tijeras. Primero usa las tijeras para perforar algunos agujeros en la bolsa. Después de eso, sumerge la esponja en agua tibia y luego la exprimes para eliminar el exceso de agua.
Asegúrate de que la esponja esté mojada, pero que no gotee. Después de eso, coloca la esponja en la bolsa perforada y colócala donde desees o en la habitación que necesita humidificación.
Vuelve a remojar la esponja una vez al día. También puede poner la esponja en el microondas durante 45 segundos, para matar cualquier bacteria que se esté formando en su interior.
Humidificador con la ducha caliente
Este método no ayudará mucho si tu baño no está conectado a la habitación que necesita humidificación. Si es así, el método de ducha caliente podría ser lo que necesitas.
Como sabemos, los humidificadores funcionan enviando vapor de vuelta al aire, y ¿qué mejor manera de producir vapor que una ducha caliente? Básicamente, lo que tienes que hacer es mantener las puertas del baño abiertas mientras te duchas, y asegúrate de hacerlo con agua bastante caliente. De esa manera, el agua se evaporará, creando una buena cantidad de vapor que llegará a la sala de aire seco.
Humidifica con plantas de interior
Una forma interesante, pero simple y efectiva de humidificar tu hogar es obtener algunas plantas de interior.
Las plantas pueden hidratar tu hogar a través de un proceso llamado transpiración. Es decir, como dice Wikipedia, el proceso de movimiento del agua a través de una planta y su evaporación de partes aéreas, como hojas, pero también de tallos y flores.
Lo que básicamente significa es que, el agua que usas para regar las plantas eventualmente regresará al aire a través de las hojas de la planta, de forma natural y saludable.
También puedes colocar tus plantas en una bandeja húmeda para aumentar la humedad a su alrededor. Llena la bandeja con agua para que toque los dos centímetros inferiores de las macetas de la planta.
Un tazón de agua caliente
Si estás buscando una solución rápida para tu sala de estar, un tazón de agua caliente puede ser una forma rápida, natural y efectiva de humedecer su habitación. Coloca un tazón de agua sobre el fuego de la cocina y espere a que comience a hervir. Después de eso, sella el tazón, espere unos minutos a que se acumule el vapor, luego lleva el tazón a la habitación que necesitas humidificar y ábralo. Una gran cantidad de vapor se elevará instantáneamente en el aire, humedeciendo tu habitación en un instante. Lo que es especialmente conveniente sobre este método es que el agua caliente mata todas las bacterias, lo que significa que no tiene que temer contraer un resfriado o gripe.
Rocíe agua sobre las cortinas
¿Conoces esas botellas de spray que usas para aplicar varios limpiadores? Bueno, no los tires después de que los hayas usado todo. Una vez que haya gastado el limpiador, limpia la botella de spray y úsela para rociar agua sobre las cortinas hasta que se humedezcan. Deje que se sequen lentamente y ayudarán a crear una atmósfera más húmeda.
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