

Es posible que hayas escuchado hablar de la Tundra en más de una ocasión. Es posible que, incluso, tengas una noción de lo que puede ser, pero ¿realmente sabrías definir la Tundra? Aunque hayas sobrevivido sin saberlo, no está mal saber algo más sobre la Tundra: qué, es, sus características, clima, tipos, fauna y flora.
Tundra: qué es
En primer lugar, toca aclarar qué es la Tundra y dónde se localiza. Y es que la Tundra es un paisaje bioclimático que se encuentra ubicado en los denominados espacios subglaciares. A pesar de que la mención glaciar pueda parecer limitada, la Tundra supone una décima parte de la extensión total del planeta. En concreto, zonas polares de muy altas latitudes que se localizan, especialmente, en el hemisferio norte.
Por ubicar exactamente la Tundra, te contamos los países por los que se puede encontrar y vas a ver rápidamente el patrón común: el frío. Y es que las zonas en las que está la Tundra son Islandia, Escandinavia, Siberia, la zona sur de Groenlandia, los puntos más altos de Chile y Argentina, determinadas islas subantárticas, el punto norte de la Antártida, Rusia, Alaska y el norte de Canadá.
Como hemos comentado, el elemento común es el frío, pero no un frío normal, sino extremo. Hablamos de una Tundra en la que la temperatura máxima no alcanza los 0º por norma general. Ahora, en negativo, el mercurio ha llegado a alcanzar los -70º en pleno invierno. Algo inhumano. Literalmente.
Obviamente, con un clima tan específico, el cambio climático está arrasando la Tundra. Al igual que ha pasado con los ecosistemas, el aumento de las temperaturas, los gases de efecto invernadero y el consumo sin fin del hombre, han afectado a la Tundra en los últimos años.
Tundra: características
Las bajas temperaturas de récord, como era de esperar, marcan las características de la Tundra. Una zona inhabitable para el ser humano que, sin embargo, tiene sus peculiaridades.
- Suelo – El suelo de la Tundra suele tener una capa de hielo permanente que se conoce con el nombre de Permafrost. Esta capa de hielo es un problema serio porque limita y dificulta el acceso a nutrientes a la fauna de la zona y también a la flora.
- Mucho hierro – Esta capa de hielo, lejos de ser transparente o azul, coge color gris en muy poco tiempo. El motivo es que la primera capa de suelo de la Tundra está repleta de hierro y, al helarse, el agua absorbe el color del mineral, dándole ese toque tan característico y un olor a óxido también muy reconocible. A pesar de lo que pueda parecer, esto es una faena, porque hace que el agua no sea potable y ni fauna, ni flora puedan aprovecharla.
- Gases peligrosos – La Tundra, y en concreto su suelo, disponen de la mayor reserva de carbono del mundo. Este carbono, obviamente, está sujeto por la capa de hielo Permafrost. Mientras no haya deshielo, no hay de qué preocuparse. Ahora, si llegara a derretirse y el carbono alcanzara la superficie, se convertiría en dióxido de carbono, complicando la ya de por sí delicada salud del planeta.
- Flora y fauna – Obviamente, en unas condiciones tan extremas, encontrar algo de vida es una misión imposible. Y a pesar de ello, hay animales y plantas incluso en la Tundra.
- Desierto de hielo – El paisaje de la Tundra es desolador. Inmensas llanuras sin árboles, que parecen un desierto de hielo más que otra cosa.
- ¿Lluvia? – Por lo general, en la Tundra no suele llover. Eso sí, el aire sopla con una fuerza descomunal de forma habitual.
Ahora, si hay dos elementos que llaman la atención entre las características de la Tundra, son las noches blancas y negras que regalan a quienes tienen la suerte de poder de verlas, al menos, una vez en la vida.
- Noches blancas – La Tundra está tan cerca de los polos que el sol no tiene tiempo de ponerse, por lo que se le conoce como sol de medianoche, cuando llega esa hora, el astro rey se pone y sale al instante. Esto es una noche blanca y sí, es un a noche en la que el sol nunca llega a ocultarse.
- Noches negras – Las noches negras son todo lo contrario. Se dan en invierno y hacen que el sol pueda permanecer ocultos varios días, incluso algunas semanas, dejando toda la zona a oscuras, con temperaturas extremas y, eso sí, reforzando con todo la dureza del suelo Permafrost.
Tundra: clima
El clima que prima en la Tundra es de temperaturas gélidas, incompatibles con la vida en el 99% de los casos.
De hecho, el clima en la Tundra en invierno es el que puede llegar a unas temperaturas de -70º, las más frías del planeta. Eso sí, no es así siempre, pues la temperatura media suele rondar los -30º.
Mientras, cuando llega el verano, todo mejora de forma considerable. En este caso, el mercurio puede llegar a 10º, aunque lo normal es que no pase de 0º. Eso sí, en verano, aumenta la presencia de agua, se multiplica la biodiversidad y millones de aves migratorias usan la Tundra como punto base para descansar durante su largo viaje.
Tundra: tipos
Son tres los tipos de Tundra que hay, dependiendo de la zona del planeta en la que se ubique.
- Tundra Ártica – Se ubica en el hemisferio norte y el frío es de tal magnitud que el hielo del Permafrost también llega al subsuelo y a capas inferiores. Eso sí, en la Tundra Ártica es donde van las aves migratorias en verano, cuando las temperaturas se relajan y permiten vivir en la zona.
- Tundra Antártica – Junto al Polo Sur se presenta esta Tundra Antártica que se muestra a lo largo de del continente antártico, incluso abarca algunas de las islas que hay a su alrededor. Difiere de la Tundra Ártica. A pesar de las condiciones, hay algunos retazos de vida vegetal, aunque sólo sean líquenes, musgo y algas. También encontramos una gran familia de millones de pingüinos y algunas focas. Eso sí, poco más.
- Tundra Alpina – La últimas de las Tundras es la que se encuentra en altura. Los vientos llegan a ser huracanados, gélidos y altamente peligrosos, pues la presión del aire, además, es muy baja. La diferencia con las otras dos Tundras está en el hecho de que su suelo está más drenado, impidiendo con esta carencia de agua que la vida vegetal se desarrollen mínimamente, más allá de algún arbusto de escasa altura, que el viento no arranque.
Tundra: fauna
La fauna de la Tundra se ve limitada por el frío. Pocos animales son capaces de soportar las condiciones extremas que propone la zona para vivir. Así, la fauna que encontramos es muy específica y genéticamente diseñada para soportar temperaturas impensables para otros animales. Hablamos de fuertes pelajes o capas de grasa especial bajo la piel. Además, a pesar de que puedan o no vivir en la Tundra, el hecho de que el alimento esté tan limitado por el frío, también condiciones su presencia
Entre la fauna de la Tundra encontramos animales como renos, zorros, osos blancos, halcones, armiños, búhos, liebres polares, focas, lobos marinos o caribús. La mayoría de ellos tienen el pelo blanco, lo que les ayuda a esconderse entre los gélidos paisajes.
Tundra: flora
La flora en la Tundra, al igual que la fauna, se limita a poco más de 400 tipos de plantas que puedan desarrollar flores. Una flora que se ha adaptado, con el paso del tiempo, al frío, escasez casi ausente de agua, y a alimentarse de los mínimos nutrientes que ofrece el suelo sin Permafrost.
A pesar de ello, la flora de la Tundra se limita a especies como sauces, abedules, cárices, arbustos, líquenes, musgo y brezos. Ninguna de estas plantas supera los 70 cm de altura.