Cómo las algas aprovechan la energía solar

Las algas marinas son, en realidad, una especie que pertenecen al reino Protista, agrupando a los diferentes organismos que no pueden ser considerados plantas, animales, hongos o bacterias. Esto significa, como probablemente sepas, que a pesar de no estar clasificadas como plantas, en realidad poseen los mismos requisitos que sus “primos” terrestres para poder crecer y vivir. ¿Cómo aprovechan las algas marinas la energía del sol, y cómo y por qué crecen?.

Cómo las algas aprovechan la energía solar

Lo cierto es que el término alga marina abarca en verdad una amplísima diversidad de especies. Pueden ser tan pequeñas como el fitoplancton unicelular, o tan grandes como para poder alcanzar los 30 metros de largo.

Podemos dividirlas en tres grupos principales: algas verdes, pardas o marrones y rojas, todas las cuales llevan a cabo el proceso de fotosíntesis de forma diferente.

Cómo son los 3 grupos principales de algas marinas

Alga verde

Se trata de una especie que podemos asimilar a las plantas vasculares. Poseen su característico y llamativo color gracias a que contienen pigmentos de clorofila, en especial clorofila a y b. Ambos tipos de clorofila son capaces de absorber en su mayoría longitudes de ondas rojas más cortas de luz, que sí poseen dificultades para penetrar en las aguas más profundas del océano.

Por tanto, encontramos algas verdes sobre todo en aguas poco profundas, de ahí que únicamente el 10 por ciento de estos organismos vivan en un ambiente marino.

Algas verdes

Por otro lado, este tipo de algas puede ser unicelular o multicelular, y en el interior de sus células, como ocurre con las plantas vasculares, poseen una serie de cloroplastos que conducen y realizan la fotosíntesis.

Una curiosidad: existe una especie de babosa de mar, conocida con el nombre de ‘Alesia’, que es capaz de robar estos cloroplastos con el fin de utilizarlos para sus propios fines.

Algas marrones o pardas

Es probable que las algas marrones o pardas sean mejor conocidas por poseer una apariencia mucho más parecida a las plantas vasculares. Consisten en algunas multicelulares responsables de los innumerables bosques de algas que proporcionan alimento y refugio a una increíble cantidad de organismos marinos.

Algas marrones

Al igual que las algas verdes, también contienen clorofila, aunque en menor cantidad, ya que el pigmento fotosintético que destaca por encima de todos es la fucoxantina, que es capaz de reflejar la luz amarilla. Este pigmento es el responsable de absorber la luz solar, para luego pasar esa energía a la clorofila, para su posterior procesamiento.

Alga roja

Son, posiblemente, el tipo de alga marina menos similar a las plantas vasculares. No obstante, comprenden la mayoría de las especies de algas. También contienen clorofila, pero obtienen su coloración única a partir de dos pigmentos: la ficocianina azulada y la ficoeritrina rojiza.

Estos dos pigmentos absorben longitudes de luz azuladas mucho más largas, de ahí que puedan ser capaces de crecer en aguas más profundas, donde pueden penetrar longitudes de ondas de luz más largas.

Algas rojas

Esto no impide, sin embargo, que estas algas puedan igualmente crecer en aguas poco profundas, aunque sí es cierto que tienden a crecer en exceso en una floración masiva de algas. Eso sí, son las principales culpables del fenómeno mortal conocido como “marea roja”.

Y, como te comentábamos al comienzo de esta nota, aunque no pertenecen al reino de las plantas (a pesar de que muchas personas tiendan a confundirse por su apariencia idéntica o tremendamente similar), lo cierto es que para poder crecer tienen absolutamente los mismos requisitos que las plantas  terrestres: luz, agua y nutrientes. Eso sí, a diferencia de las plantas, las algas no precisan de raíces o de un sistema específico para poder transportar el agua y los nutrientes.

Son fotosintéticas, de manera que para poder vivir y crecer necesitan de luz solar. Así, son capaces de convertir la luz solar en energía a través de la fotosíntesis, la cual utiliza clorofila, un pigmento verde de las plantas.

Pero debido a que bajo el agua hay menos luz disponible, las algas utilizan otros pigmentos con los que poder aprovechar la luz, y que la clorofila no es capaz de absorber bien.

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