Tenemos muchos tipos de jabones líquidos en la casa cuya misión es la misma que es la de limpiar. En algunas ocasiones, pues tienen agentes nutritivos, si es para la piel o algo más fuerte, si es para la ropa. Pero básicamente, el jabón tiene esa función. Si estás pensando en hacer tu propio jabón en casa, has llegado al lugar indicado porque te explicamos a continuación paso a paso y de manera sencilla, Cómo hacer tu jabón casero.
La otra opción es comprar un jabón de baño, pero no hablamos de uno tradicional con todos los químicos habituales; sino de un gel de baño sin sulfatos, como puede ser el de la marca Dalire, que además de no tener sulfatos ni parabenos, es un gel que está enriquecido con algunos ingredientes naturales, como el aguacate o el aloe vera; que tienen propiedades que enriquecen nuestra piel.
Tipos de jabón casero
Dos son los tipos de jabón casero que podemos hacer principalmente, aunque dentro de estos tipos, podemos encontrar distintas recetas que te servirán para todo tipo de aplicaciones, ya sea que desees poder hacer un jabón para el cuerpo, o para el rostro, o uno que desees poder utilizar para lavar la ropa.
El jabón líquido y el jabón en pastilla son esos dos tipos de jabones que podemos hacer en casa, de manera fácil siempre y cuando sigas los pasos que te vamos a enumerar más adelante.
Jabón líquido
El jabón líquido casero es fácil de hacer, y te permitirá poder contar con un jabón que sea para lavar el cuerpo, como si fuera un gel de baño, o también puedes elaborar uno que te permita lavar prendas delicadas. Tú eliges, lo único que varía en sí es el modo de hacerlo, con respecto al jabón de pastilla casero y los ingredientes que vayas a utilizar.
El jabón líquido, cuando lo hace uno mismo tiene muchos beneficios que a lo mejor no habremos visto con anterioridad y que nos hizo plantearnos crear nuestros propios jabones.
- Cuida del medio ambiente
- Ahorras mucho dinero porque te cunde muchísimo el jabón a lo largo de mucho tiempo.
- Al ser totalmente natural, no expones tu piel a diferentes agentes químicos, sino que la cuidarás de manera natural.
Conocidos los beneficios de hacer tu propio jabón líquido, sigue leyendo para descubrir cómo hacerlo más adelante, antes vemos cuál es el otro tipo de jabón natural casero.
Jabón en pastilla
En cuanto al jabón en pastilla, te va a servir para poder lavar el cuerpo, pero en especial se realizan muchos jabones en pastilla que son para aplicar sobre el rostro, o también existen recetas que sirven para hacer un jabón de ropa que se aplica en pastilla.
El jabón en pastilla tiene como beneficios los antes señalados (cuidado del medio ambiente, ahorro dinero), pero además podemos sumarle que te va a durar más tiempo. Si elaboras correctamente tu jabón en pastilla, conseguirás que con una mínima cantidad el cuerpo o la ropa queden bien limpios, y si luego lo conservas en condiciones, verás como te dura durante semanas e incluso meses.
Cómo hacer tu jabón casero
Para empezar a crear nuestro propio jabón casero, tenemos que tener en cuenta que hay diferentes procesos, diferentes formas de hacer el jabón, con diferentes materiales y diferentes objetivos. Veamos qué tenemos por aquí tanto para el jabón líquido y el jabón en pastilla.
Cómo hacer tu jabón líquido – Con sosa cáustica
Se trata de hacer el jabón desde el principio, desde la nada, un jabón líquido totalmente natural.
- Un litro de agua de grifo si hace falta
- 25 gramos de sosa cáustica que puedes comprar en droguerías
- 125 mililitros de aceite de almendras, si quieres poner esencias. Si quieres un aroma suave, con el aceite de oliva suave, te vale perfectamente.
- Una cucharadita de sal
- Esencias (opcionales)
Primero nos ponemos guantes, porque la sosa cáustica puede quemar cuando se está manejando. Elige un tarro bonito y echa dentro el agua y poco a poco la sosa cáustica. Sin cerrar, agita suavemente, hasta que todo se haya desecho.
Comenzará a hacer calor así que déjalo en un sitio en donde esté al aire libre y comience desprender calor, durante varias horas. No lo tapes.
Cuando esté frío, añadimos el aceite, la sal y cerramos la botella. Agitamos con fuerza y lo metemos en un sitio en donde no le dé el sol. Le toca macerar, así que durante quince días, lo dejaremos reposando y sólo una vez al día, lo agitamos con fuerza.
Tras los quince días, le echaremos las esencias que queremos, si las queremos, ya sean en extracto o si quieres en hojas secas. Entonces, podrás empezar a disfrutar de los aromas naturales de este jabón, cuando eches las esencias.
Este jabón no hará espuma, porque no tiene agentes químicos, así que no te asustes con ello.
Cómo hacer tu jabón líquido – Restos de jabón
Una manera sencilla de aprovechar los jabones de la casa que se están gastando y que no hay manera de coger. Sólo necesitamos restos de jabón, pero tiene que ser jabón sólido, como las pastillas. Además, necesitaremos estos ingredientes.
- Un litro de agua destilada
- Glicerina pura que puedes encontrar en droguerías y hasta en herboristerías
- Esencias secas o líquidas, en el caso que los jabones sean neutros y sus aromas no sean muy fuertes.
Sólo tenemos que echar al baño María los restos de jabón, con el agua destilada. cuando esté todo bien disuelto, retiramos del fuego y echamos la glicerina. en estos momentos hay que ser muy paciente, porque hay que esperar a que se disuelva del todo.
Cuando esté todo disuelto, si no se han echado jabones que huelan muy fuerte, podemos echar flores secas, para que dejen su aroma. Si por ejemplo huele mucho a algún perfume propio de los restos de jabón, es mejor no echarlo, porque se mezclarían aromas y podría ser desagradable. Si quieres, puedes añadirle colorante alimentario, para que tenga un color nuevo y diferente.
Por último, tener en cuenta que hay que esperar a que se enfríe para traspasarlo a cualquier dispensador de jabón. En el momento en que esté frío, no hay que esperar tiempo de maceración, sino que se puede empezar a utilizar.
Puede que haga espuma. Todo depende de loas anteriores pastillas de jabón.
Cómo hacer tu jabón líquido – Con limón
Si quieres un aroma suave y cítrico, no dejes de probar esta receta de jabón. Es súper sencilla y además, conseguirás que tu piel y la ropa huela de maravilla y además, estén bien desinfectados gracias al poder del limón. sigue leyendo la receta y lo que necesitamos.
- Dos litros de agua de grifo
- Sobrantes de jabón sólido
- Dos cucharadas de aceite de almendras, para darle el toque hidratante
- Glicerina pura, una cucharada
- Extracto de limón. Puedes conseguirlo en herboristerías
- Aromatizante de limón, para potenciar el aroma.
Primero cogeremos una olla grande y echamos un litro de agua que comenzaremos a calentar. Cuando esté caliente, echaremos los restos de jabón hasta que se disuelva. cuando se haya disuelto, se retira del fuego y se echa la glicerina pura. Removemos hasta que se disuelva.
Entonces, comenzamos a echar poco a poco el otro litro de agua y cuando se haya enfriado un poco, añadimos el aromatizante y el extracto. Cuando esté todo bien ligado, añadimos el aceite de almendras o de coco o de oliva suave que queremos.
Es muy sencillo este jabón y si además, quieres utilizarlo para la ropa, simplemente, omites las cucharadas de aceite hidratante del final, para que tu ropa se beneficie del limón, sin la grasa.
Cómo hacer jabón líquido – Lagarto
Cuando nuestras abuelas nos recomendaban que nos lavásemos el cabello y la piel con jabón lagarto siempre apuntábamos que es una locura, cosas de la edad, cosas de la antigüedad… Pero resulta que tiene tantas propiedades que quedamos fatal frente a nuestras abuelas.
Y es que es un jabón buenísimo y conseguimos hacer un jabón líquido de lo más eficaz y muy aromático. Necesitamos.
- Un rallados
- Una batidora
- Una pastilla de jabón lagarto que puedes encontrar en droguerías y bazares
- Un litro de agua
Solamente tienes que echar en un cacharro el agua y añadir el jabón rallado. Entonces, agarramos la batidora y comenzamos a batir, como si no hubiese un mañana. Quedará denso y de lo más práctico. Añádele color si quieres, para darle un toque diferente y si quieres darle más aromas, puedes añadir algunas flores secas.
Como veis, descubrir cómo hacer jabón líquido no es ninguna hazaña. Hay muchas formas de hacerlo, pero todas son muy buenas, porque conseguimos nuestros objetivos de conseguir un jabón líquido de lo más ecológico con Erenovable.
Cómo hacer tu jabón pastilla -De miel y leche
Vistos los jabones caseros líquidos que hemos elaborado paso a paso, podemos explicaros también como hacer jabones caseros de pastilla, y uno de los primeros que os queremos ofrecer es uno a base de miel.
Para hacer este jabón necesitarás:
- Base de jabón de leche de cabra
- Molde pequeño de silicona
- Miel cruda orgánica
- Taza medidora de vidrio Pyrex de 4 tazas (o similar)
- Colorante de jabón amarillo y rojo (opcional)
Comenzamos cortando el jabón de leche de cabra en cuadrados pequeños y se colocan dentro de la taza medidora. Ahora se derrite en el microondas durante 20 o 30 segundos.
Cuando el jabón esté completamente derretido, agrega 3 cucharadas de miel y unas gotas de colorante de jabón amarillo. También agrega una gota de colorante rojo para dar a tu jabón un tono más dorado. Vierte el jabón derretido en el molde y deja reposar sin tocar hasta que se enfríe. El proceso de enfriamiento puede llevar de 30 minutos a 2 horas dependiendo de los niveles de temperatura y humedad.
Cuando el jabón esté frío y firme, quítalo cuidadosamente del molde de silicona.
Cómo hacer tu jabón pastilla-Coco y aceite
El coco y el aceite son otros dos ingredientes perfectos para hacer un jabón en pastilla como detergente como este para el que vas a necesitar:
- 1 litro de aceite de coco natural
- 0,15 cl de lejía
- 350 mm de Agua
- Aceites esenciales (opcional)
Comenzamos echando los ingredientes principales, aceite de coco y agua en un recipiente y mezclamos bien. Ahora con sumo cuidado, debes echar la lejía. Calienta la mezcla un poco y cuando veas que pasa de nublada a clara, apagas y dejas que se enfríe durante unos diez minutos.
Coloca la mezcla en la batidora y comienza a batir. Ahora echa la mezcla en un molde y deja que se enfríe durante al menos unas 7 u 8 horas. Compruébalo a menudo. Si se eleva por los lados y parece que podría desbordarse, agítelo rápidamente y reducirá su volumen.
Cuando el jabón esté listo, debe verse un poco como vaselina semi-translúcida sin charcos de aceite en el medio. Para probar si está hecho toma un poco del jabón y frótalo entre tus dedos. Debería sentirse un poco ceroso.
Si deseas agregar aceites esenciales, espere hasta que la mezcla se enfríe un poco y luego agrégalos, de lo contrario, perderán su fragancia.
Aunque puedes probar tu primer jabón de inmediato, es mejor dejarlos reposar de 2 a 3 semanas para permitir que las propiedades acondicionadoras se desarrollen por completo.
Cómo hacer tu jabón pastilla-Aloe Vera
El Aloe Vera es también un ingrediente que se presta para hacer un jabón natural en pastilla para el que además necesitas:
- 4 hojas de Aloe Vera
- Romero
- 3 litros de aceite
- 7 litros de agua
- 1 kG de Sosa Cáustica
Comenzamos hirviendo en un litro de agua el romero para hacer una infusión. Mientras se calienta el romero, vamos abriendo las hojas de aloe vera una a una, y sacamos de ellas el gel transparente. Una vez hemos cortado todo el aloe vera, lo echamos a la batidora y se mezcla con la infusión de romero.
Ahora en un barreño echamos un litro de agua, seguido de la sosa caustica (con mucho cuidado protegiendo nuestras manos con guantes y ojos con gafas), removemos y echamos el resto de agua. Removemos de nuevo y echamos el aceite.
Ahora se añade la mezcla de aloe vera y romero y se remueve todo, siempre en el mismo sentido y sin parar. Verás que con las cantidades que hemos comentado sale muchísimo jabón, de modo que te dará para rellenar muchos moldes pequeños o unos diez de los moldes más grandes.
Debes rellenar los moldes con la mezcla obtenida, y dejas que el jabón se vaya asentando y endureciendo a lo largo de una semana. Pasados esos siete días, podrás desmoldar los jabones, darles la forma que desees y utilizarlo tanto para lavarte las manos, como el cuerpo, o también porque no, la ropa.
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