Cuando se define a la eficiencia energética, se tiene en cuenta a la cantidad de energía eléctrica obtenida mediante un determinado proceso, en proporción a la cantidad de materia prima o energía utilizada, el cual debe tender a ser reducido progresivamente, con la implementación y el desarrollo de nuevas tecnologías.
Justamente en lo que respecta a esto último es lo que se ha anunciado por parte de investigadores del Laboratorio Nacional de Sandia (California) quienes han dado a conocer una nueva turbina que permite una mejora en las plantas de energía eléctrica.
Con esta implementación, se promete incrementar el rendimiento en hasta un 40% en la utilización de turbinas a combustible, considerando que de todo el material quemado (preferentemente carbón entre otros hidrocarburos) solamente se aprovecha 1/3 de la energía.
Esta modificación propone la utilización de Dióxido de Carbono Supercrítico (S-CO2) en lugar de calentar agua para mover las turbinas, en combinación con un sistema de ciclo Brayton que permite generar una energía equivalente a las turbinas de un avión.
Lo más importante de esto es que no solo se utiliza en centrales eléctricas que quemen combustible, sino que también puede ser combinada con todo tipo de energías renovables, desde la utilización de energía de biomasa hasta el aprovechamiento de la energía solar térmica.
Vía: Eco Geek