El gusano o larva que come plástico para solucionar el problema de la basura de plástico

Se estima que, cada año, el mundo produce cerca de 300 millones de toneladas de plástico, muchos de los cuales son capaces de resistir el proceso de degradación, y acaban contaminando peligrosamente todos los rincones del planeta. Esto, como es de imaginar, se ha convertido en un verdadero problema, especialmente si tenemos en cuenta el gran problema medioambiental y climático al que nos enfrentamos desde hace algunos años. Y es que la contaminación plástica ha pasado a convertirse en un auténtico problema global, ya que la mayor parte del plástico acaba acumulado en vertederos, donde permanece de forma indefinida. No obstante, recientemente se ha conocido la existencia de un gusano capaz de comer plástico, lo que podría ayudar a convertirse en una solución efectiva. ¿Qué es y en qué consiste?.

El gusano o larva que come plástico para solucionar el problema de la basura de plástico

Hace poco más de dos años un equipo de científicos europeos, ha podido haber encontrado una solución única, innovadora y sumamente interesante para el plástico. Y es que descubrieron que un insecto común sería capaz de masticar plástico, haciendo o generando agujeros considerables en una bolsa de plástico en apenas 40 minutos.

Una investigación que fue dirigida por la bióloga del desarrollo de la Universidad de Cantabria (España), Federica Bertocchini, quien se dio cuenta por primera vez de esta posibilidad cuando se encargaba de limpiar las colmenas de su patio trasero hace unos cuatro años aproximadamente.

En aquellos momentos, retiró algunos gusanos de cera (conocidos científicamente bajo el nombre de ‘Galleria mellonella’), que viven en la colmena, y decidió colocarlos en el interior de una vieja bolsa de plástico. Sin embargo, alrededor de una hora más tarde, cuando se acercó a revisar la bolsa descubrió que los gusanos habían realizado pequeños agujeros, concretamente en la zona donde se encontraban las larvas. Y aunque la investigadora no era entomóloga, adivinó de inmediato lo que estaba ocurriendo.

La forma larval de estos gusanos reciben el nombre de pequeñas polillas porque viven de la cera en colmenas de abejas (de ahí que sean habitualmente conocidas como larvas de la polilla de cera, las cuales son generalmente criadas como cebo para peces). Al igual que el plástico, la cera consiste en un polímero, que consiste en una larga cadena de átomos de carbono unidos, con otros átomos que se ramifican a los lados de la cadena. Así, tanto la cera como el polietileno presente en la bolsa de plástico presentan una columna vertebral de carbono similar.

El gusano que come plásticos

Se trata de un estudio que se convirtió, no hay duda, en otro importante descubrimiento para la investigación y el estudio sobre la biodegradación de los plásticos. Y de acuerdo a los investigadores, como los gusanos comen cera, también podrían haber desarrollado una molécula para descomponerla, y esa misma molécula también podría funcionar en el plástico.

Como vemos, es cierto que fue un descubrimiento casual, pero que se ha convertido en un paso sumamente interesante en la lucha contra el plástico, el cual no puede degradarse o biodegradarse tan fácilmente.

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Así, en pruebas de laboratorio, descubrieron que un total de 100 gusanos eran capaces de devorar, en tan solo 12 horas, 92 miligramos de polietileno (el principal compuesto que forma parte de las bolsas de plástico y del plástico en general).

De esta manera, con un apetito tan voraz por el plástico, estos gusanos podrían aprovecharse con el fin de degradar y eliminar el plástico. Especialmente si tenemos en cuenta la problemática que supone el plástico hoy en día: cada persona tiende a utilizar más de 200 bolsas de plástico, las cuales pueden demorarse entre 100 a 400 años en degradarse completamente en los vertederos.

En este sentido, los investigadores quieren seguir llevando a cabo estudios relacionados con este fin, especialmente para descubrir si los gusanos mastican el plástico con el fin de usarlo como alimento, o porque simplemente desean escapar de él. Como afirman los estudiosos, en caso de que únicamente deseen escapar de él, lo más probable es que acaben por cansarse muy pronto. Pero si lo mastican para usarlo como fuente de energía, es un descubrimiento sumamente útil e interesante.

No obstante, todavía hoy los científicos siguen investigando. Aunque es cierto que los resultados parecen ciertamente prometedores.

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