Cuando se va a dar de alta la luz en una vivienda o local, muchas personas se preguntan si es necesario contratar servicios adicionales como los de mantenimiento. En este contexto, las plataformas comparadoras ayudan a tomar decisiones informadas sobre qué tipo de servicio contratar y qué beneficios pueden ofrecer estas coberturas.
¿Qué es un servicio de mantenimiento energético?
El servicio de mantenimiento asociado a los suministros de luz y gas consiste en una cobertura adicional que ofrecen muchas comercializadoras energéticas. Su objetivo principal es garantizar que las instalaciones funcionen correctamente y prevenir averías que puedan suponer un problema o un coste elevado para el usuario.
Este tipo de servicio suele presentarse como un complemento opcional al contrato de suministro eléctrico o de gas, y su precio puede variar en función de la compañía y de la cobertura incluida. Aunque no es obligatorio contratarlo, en muchos casos puede ser una opción conveniente, especialmente en viviendas antiguas o en situaciones donde se desee una mayor tranquilidad ante imprevistos técnicos.
¿Qué suele incluir un servicio de mantenimiento?
Aunque cada compañía establece sus propias condiciones, los servicios de mantenimiento de luz y gas suelen incluir los siguientes elementos:
- Revisiones periódicas: chequeos anuales o bianuales para comprobar el buen estado de las instalaciones eléctricas o del sistema de calefacción y gas.
- Asistencia técnica urgente: servicio 24 horas ante fallos eléctricos, apagones, fugas de gas o calderas que no funcionan.
- Reparación de averías: cobertura total o parcial del coste de desplazamiento, mano de obra e incluso materiales.
- Inspecciones reglamentarias: algunas tarifas incluyen la inspección obligatoria de las instalaciones de gas natural.
- Atención telefónica especializada: línea directa para consultas técnicas o de seguridad energética.
¿Es obligatorio contratar este servicio?
No, el servicio de mantenimiento no es obligatorio. Sin embargo, es importante conocer bien las condiciones del contrato para saber si está incluido por defecto o si se contrata de forma separada. Algunas compañías pueden incluirlo automáticamente en sus tarifas, por lo que conviene revisar la factura y contactar con el proveedor si se desea modificar esta opción.
También es fundamental tener en cuenta que, en muchos casos, los seguros del hogar no cubren reparaciones en las instalaciones eléctricas o de gas si no están debidamente mantenidas, lo que hace que este tipo de servicio tenga un valor preventivo adicional.
Ventajas de contar con un servicio de mantenimiento
Más allá del coste, contar con un mantenimiento energético puede ofrecer varias ventajas prácticas:
- Evita gastos imprevistos ante averías.
- Reduce el riesgo de accidentes domésticos.
- Mejora la eficiencia energética de la instalación.
- Prolonga la vida útil de los equipos como calderas, termos o cuadros eléctricos.
En este sentido, Patricia Carril, responsable de energía en Rastreator, destaca: “Los servicios de mantenimiento energético han evolucionado mucho en los últimos años. Hoy en día, no solo cubren incidencias técnicas, sino que también ofrecen tranquilidad al usuario, ayudando a detectar problemas antes de que se conviertan en averías costosas o peligrosas.”
¿Qué diferencias hay entre luz y gas?
El mantenimiento en instalaciones de gas y en instalaciones eléctricas presenta algunas diferencias clave. En el caso del gas natural, es habitual incluir la revisión de calderas, calentadores o termos, mientras que en el caso de la electricidad se revisan elementos como el cuadro eléctrico, enchufes, cableado y otros componentes de la red interior.
Además, en el caso del gas, existen revisiones obligatorias por normativa cada cinco años, que en algunas tarifas están cubiertas dentro del plan de mantenimiento. En cambio, para las instalaciones eléctricas no existe una revisión obligatoria con esa periodicidad, pero se recomienda realizar una revisión preventiva cada cierto tiempo, sobre todo si se detectan fallos o si la instalación es antigua.
¿Cómo saber si lo necesitas?
Antes de contratar este tipo de servicios, es útil plantearse algunas preguntas clave:
- ¿La instalación de luz o gas tiene más de diez años?
- ¿Tienes una caldera de gas o sistema eléctrico complejo?
- ¿Quieres evitar desplazamientos, esperas o costes extra en caso de fallo?
- ¿Tu vivienda está alquilada o vacía parte del año?
Si la respuesta es afirmativa en la mayoría de los casos, puede tener sentido valorar una tarifa que incluya mantenimiento o contratarlo de forma independiente. No obstante, comparar entre varias opciones sigue siendo la mejor forma de elegir un servicio adecuado a cada necesidad.
¿Qué tener en cuenta antes de contratarlo?
Antes de añadir este servicio a tu contrato de luz o gas, conviene:
- Leer bien las condiciones generales y la letra pequeña.
- Revisar si existe permanencia o penalización por baja anticipada.
- Comprobar el número de asistencias cubiertas por año.
- Analizar si incluye materiales o solo mano de obra.
También es recomendable revisar si el servicio se contrata directamente con la comercializadora o con una empresa externa, ya que esto puede influir en los plazos de respuesta o en la disponibilidad del técnico.
Los servicios de mantenimiento de luz y gas no son obligatorios, pero sí pueden ser útiles para quienes buscan seguridad, ahorro y previsión ante posibles averías. Comparar ofertas, conocer bien qué cubre cada una y valorar el estado de la instalación son pasos clave antes de decidirse. Con plataformas de comparación como Rastreator, este proceso resulta más claro y accesible para cualquier usuario.