Kelvin: Escala de temperatura

Kelvin: Escala de temperatura o cómo la más famosa de las escalas de medición de la temperatura, es una completa desconocida en España. Desde tiempos inmemoriales, los humanos han contado con diferentes unidades de medida para cuantificar todo lo cuantificable. Desde peso hasta distancias, pasando por tamaños o capacidad. Estas mediciones han sentado la base del conocimiento humano actual, permitiendo medir conceptos que, hasta hace poco, ni se conocían.

El caso de la temperatura, sin embargo, es curioso. Y es que las alternativas para medirla son muchas, variadas y cada una completamente independiente de la otra. Kelvin: Escala de temperatura, sin embargo, pasa por ser la más profesional y científica de todas. ¿Motivos? Te los exponemos a continuación.

Kelvin: Escala de temperatura es tan sólo una de las siete alternativas disponibles y reconocidas internacionalmente para medir la temperatura. En concreto, es la admitida por el Sistema Internacional de Medidas de Temperatura. También es una de las más mainstream, aunque en este caso es superada por las dos más famosas: los grados centígrados y los grados Celsius son las más utilizadas en todo el mundo.

Kelvin: Escala de temperatura utiliza la temperatura termodinámica para sus cálculos. Lo que viene a ser la medición de la temperatura absoluta de un elemento. Es decir, que el cero absoluto es el pilar sobre el que se sostiene Kelvin: Escala de temperatura. El cero absoluto supone que el objeto no desprende calor alguno. Para hacernos una idea, en grados centígrados hablaríamos de una temperatura de -273,15º

Obviamente, y a pesar de ser materia de enseñanza obligatoria, es raro que usemos Kelvin: escala de temperatura en toda la vida. Los valores extremos a los que se refiere, la hacen perfecta para el ámbito científico, donde es habitual. Para el día a día, en España se uña la escala Celsius, es decir, la que establece que el agua se congela a los 0º y hierve a los 100º. Lo de que 0º es que no hace ni frío ni calor es una broma legendaria.

Origen de la Escala Kelvin

El origen de la Escala Kelvin, lejos de lo que mucha gente piensa, no está en un hombre llamado Kelvin, sino apellidado. William Thomson Kelvin fue quien la lanzó al mundo, allá por 1848. De ahí que lleve su nombre y algo más. Y es que hablar de la Escala Kelvin, es hablar de que los Kelvin en sí son la unidad de medida. No podemos hablar de grados Kelvin, sino de Kelvin. Por tal motivo, tras el número que marca la temperatura, en vez de el símbolo º, aparece una K, de Kelvin.

El origen de la Escala Kelvin está ligado, de forma irremediable, con las investigaciones y el ámbito científico y químico. La Escala Kelvin pasa a ser la escala absoluta de medición de temperatura y la escala oficial en estos ámbitos.

Una de las curiosidades del origen de la Escala Kelvin es que su creador crea una escala de medición sin valores negativos. De ahí lo de cero absoluto, porque por dejado no hay nada más. No hay elemento que pueda estar más frío que el cero absoluto. Aunque en este caso, a pesar de los pesares, no se hable de temperatura, sino de ausencia de energía.

Por suerte, y para poder entender estos valores tan extremos de la Escala Kelvin, es muy sencillo pasar sus medidas a otras escalas como la Celsius o Farenheit. De hecho, te vamos a mostrar cómo se hace.

Cómo convertir de Kelvin a grados Fahrenheit

Saber cómo convertir de Kelvin a grados Farenheit es muy fácil. Teniendo una referencia como es el cero absoluto, sólo tenemos que ir ascendiendo escalones desde el cero absoluto hasta donde queramos. Es decir, si el cero absoluto es -459,67 grados Farenheit, cada Kelvin que subamos, debemos sumar 1,8 grados a la escala Farenheit. Tan sencillo como seguir esta secuencia…

  • 0 Kelvin son -459,67 grados Farenheit
  • 1 Kelvin son -457,87 grados Farenheit
  • 2 Kelvin son -456,07 grados Farenheit
  • 3 Kelvin son -454,27 grados Farenheit
  • 4 Kelvin son -459,67 grados Farenheit
  • 5 Kelvin son -452,47 grados Farenheit

Cómo convertir de Kelvin a grados Celsius o grados centígrados

Si queremos saber cómo convertir de Kelvin a grados Celsius, los que conocemos como grados centígrados, basta con echar, al igual que antes, la cuenta. Cogemos, de nuevo, el cero absoluto como referencia y vemos a cuántos grados centígrados corresponde. A partir de ahí, sumamos un grado centígrado por Kelvin añadido.

  • 0 Kelvin son – 273,15 grados centígrados
  • 1 Kelvin son – 272,15 grados centígrados
  • 2 Kelvin son – 271,15 grados centígrados
  • 3 Kelvin son – 270,15 grados centígrados
  • 4 Kelvin son –  269,15 grados centígrados
  • 5 Kelvin son – 268,15 grados centígrados

A diferencia de la Escala Celsius, que se basa en el punto de congelación (0º) y ebullición (100º) del agua, la Escala Kelvin se basa en el cero absoluto. Un referente que alcanza tales extremos, que el humano de a pie ni se plantea utilizar. De ahí que se limite al ámbito de la investigación.

Es más, son tales las temperaturas que investigan en algunos ámbitos, que incluso llegan a utilizar múltiplos de las opciones. Ahí es donde entran Exakelvin, Yottakelvin o Zettakelvin, términos que van más allá de la comprensión humana, por lo disparatado de la temperatura a la que hacen referencia. Sea como sea, la escala Kelvin es necesaria, toda vez que permite trabajar, por ejemplo, con meteoritos o elementos que pueden llegar a alcanzar temperaturas que el ser humano ni alcanza a imaginar.

Curiosamente, hay una aplicación de la Escala Kelvin que no todo el mundo conoce: la fotografía y el vídeo. Sí, la Escala Kelvin se usa para la denominada temperatura del color. Obviamente, la relación con la temperatura normal del entorno tiene poco que ver. La referencia, en este caso, es la cantidad de luz. Por ejemplo, un día de sol normal, tiene una temperatura de color de 6.000 k. El mismo día, al atardecer, se queda en una temperatura de 1.500 k.

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