Muchas veces hemos hablado de los beneficios de utilizar una energía renovable, no solo por contar con una fuente prácticamente inagotable de recursos energéticos, sino además la ventaja de poseer un nulo o muy bajo impacto ambiental, aunque como sabrán, siempre hay una excepción a la regla, y esto puede ser un alma de doble filo.
Así como una energía renovable puede ser considerada una fuente de energía verde, existen también fuentes de energía renovable contaminante, que está estrictamente relacionada a las emisiones de Dióxido de Carbono hacia el medio ambiente, uno de los principales agentes contaminantes que causa un sinfín de trastornos al bienestar de los seres vivos.
Se contempla en este grupo a aquellas fuentes inagotables que si bien son utilizadas en energía renovable, en su proceso se emplean agentes contaminantes, siendo aplicable generalmente a la biomasa, en sus etapas de siembra, recolección y transformación, donde un mal proceso o un tratamiento indebido da un saldo de emisión de este gas.
En el caso de los biocombustibles, también provenientes de esta materia prima, se está analizando las distintas vías de proceso, ya que en un principio, la cantidad de dióxido de carbono emitida en el proceso de elaboración era aún superior a la que se obtenía con la quema de combustibles fósiles, algo que está siendo disminuido progresivamente con la aparición de nuevas tecnologías.
Para evitar que la energía renovable se transforme, en lugar de una solución, en un problema, es necesario la aplicación y el desarrollo de tecnologías que eviten esta problemática, además de una inversión viable y segura en torno al cuidado del medio ambiente.