No es que los gatos ahora tengan alergias, que siempre las han tenido, es que les pasa como a los humanos, que la contaminación ambiental ha hecho que éstas sean más habituales y complicadas. Por tal motivo, si tienes gatos en casa, conviene que conozcas las alergias en gatos: síntomas, pronóstico y tratamiento para saber cómo afrontarlas.
Alergias en Gatos: síntomas
Cuando el sistema inmunológico localiza algún elemento peligroso para el organismo, activa las defensas naturales y, sobre todo, las alarmas para informar que algo no va bien. En este caso, como en el de los humanos, los síntomas de las alergias de los gatos son los que avisan de la anomalía.
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Los gatos, como pasa con las personas, son propensos a las alergias. Una propensión que se ha agravado en los últimos tiempos por culpa del incremento de la contaminación ambiental, entre otros muchos factores. Así, entre los elementos que suelen causar alergia a los gatos, encontramos muchos también habituales para los humanos:
- Polen
- Polvo ambiental
- Determinadas plantas
- Productos de limpieza
- Picadura y saliva de la pulga
- Hongos
- Algunos plásticos
- Humo de tabaco
- Personas
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Sí, los seres humanos pueden causar alergia a los gatos, al igual que algunos gatos causan alergia a algunas personas. Además, los gatos también comparten algunos agravantes que pueden complicar más si cabe la aparición de estas alergias.
Así, por ejemplo, si un gato es alérgico a un elemento como el polvo, es más que probable que tenga también alergia a otras cosas. Lo más habitual es a la comida. Obviamente, las alergias ponen al límite el sistema inmunológico, dejando las defensas de tu mascota por los suelos y exponiéndola a otras enfermedades más complicadas.
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Por todo ello, localizar los síntomas de la alergia en tu gato cuanto antes es primordial y clave para que no se complique. Lo bueno, dentro de lo malo, es que estos síntomas son fáciles de localizar pues alteran, por lo general, el normal funcionamiento de tu mascota.
- Estornudos y tos
- Constante lagrimeo
- Secreción nasal
- Picor en nariz y ojos
- Picazón general
- Enrojecimiento de la piel
- Caída de pelo
- Dermatitis
- Vómitos
- Diarrea
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Si tu gato tiene alguno de estos síntomas, ni lo dudes, llévale directo al veterinario. Allí, además de hacerle pruebas para ver a qué tiene alergia, te darán un pronóstico y, si procede, un tratamiento adecuado a tu mascota.
Por otro lado, si uno de los síntomas que tiene tu gato son nódulos inflamatorios en la boca, que normalmente son muy dolorosos, llévale a urgencias veterinarias. Aunque no es una alergia habitual, puede tratarse del complejo granuloma eosinofílico felino, conocido como CGE. Por lo general, parece estar provocado por las pulgas, pero no se tiene demasiado claro el origen.
Alergias en Gatos: pronóstico
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El pronóstico de las alergias en gatos suele ser leve, con algunos síntomas algo más llamativos, pero que no suelen revestir gravedad.
No obstante, aunque sean los mínimos casos, conviene controlar esas alergias, toda vez que pueden derivar en crisis anafilácticas que supongan complicaciones respiratorias. Así, toda prevención es poca con un minino en casa.
De hecho, tal y como hemos comentado en el punto anterior, en cuanto aparezca el más mínimo síntoma, lo recomendable es ir al veterinario. Con un diagnóstico de exclusión se podrán limitar los síntomas y evitar que el gato esté en contacto con los alérgenos.
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Este diagnóstico se divide en varias partes diferenciadas que comienzan con una entrevista exhaustiva:
- Anamnesis – Para detectar estos alérgenos, el veterinario hará una anamnesis con el dueño. Se trata de una entrevista en la que repasará los tips principales del cuidado del gato. Desde sus tratamientos anti ácaros, a comida, pasando por el entorno en el que vive.
- Examen clínico general – El siguiente paso es reconocer el estado de salud general del gato. Toca hacerle un reconocimiento completo que incluye respiración, pulso, saturación, frecuencia cardíaca o temperatura corporal, entre otros aspectos.
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- Revisión especial – Si no hay nada reseñable, se pasa a la revisión especial en la que se busca el elemento que produce la alergia. En este caso, se harán pruebas específicas para ir descartando elementos. Por ejemplo, con una dieta de exclusión. No obstante, antes de cambiar la dieta, se prueba a dar al gato la misma comida de los dos últimos días para descartar. Si el alérgeno no es alimentario, tocaría realizar otras pruebas algo más invasivas, como la prueba cutánea o un análisis de sangre. Ambas pruebas pueden dar con el alérgeno que perjudique al animal, pero los resultados no siempre son concluyentes.
Alergias en Gatos: tratamiento
Foto: @hypoallergenic-kittens
Por último, cuando se ha detectado el alérgeno, toca llevar a cabo el tratamiento de la alergia en gatos. Obviamente, este tratamiento dependerá del tipo de alergia y, sobre todo, de cómo afecte a nuestra mascota.
Eso sí, debemos contar con que las alergias son incurables. Es decir, no le vamos a sanar la dolencia, pero vamos a prevenir los síntomas y los problemas que pueda generar. Así, estos son los tratamientos de la alergia en gatos según el alérgeno:
- Alergia alimentaria – Si se detecta que la alergia es derivada de un alimento, el tratamiento más eficaz es inocular un antihistamínico que reduzca la sintomatología. A partir de ahí, y dependiendo del alimento que sea, habrá que empezar a darle comida hipoalergénico. Por suerte, muchos piensos y latas de comida ya previenen esta dolencia. Lo malo es que esta dieta será para siempre.
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- Alergia a las pulgas – La reacción que provoca la alergia a las pulgas es muy llamativa. Alopecia, enrojecimiento de la piel, picores constantes… La ventaja de que sea una picadura de pulga es que la reacción es inmediata y, si se coge a tiempo, evitamos que se extienda por todo el cuerpo. Será el veterinario quien le aplique la medicación requerida para el caso y, a partir de ahí, habrá que lavarle con jabón especial para recuperar, poco a poco, la salud de la piel. Obviamente, debemos aplicar todos los años un tratamiento antipulgas a nuestro gato, para prevenir este tipo de situaciones.
- Alergia a plásticos – Algunos elementos que usan los gatos en su día a día, como comederos o bebederos, están fabricados en plásticos que resulten alérgenos para nuestra mascota. Si esto pasa, obviamente, retiramos los elementos, y llevamos al animal al veterinario para administrar un nuevo medicamento. En este caso, la recomendación es usar elementos de acero inoxidable o porcelana, mucho más asépticos.
